Hace
unos días, un equipo de Antena 3 me entrevistó a propósito de la competición
entre Madrid y Barcelona para albergar los casinos –y todo lo demás- de
EuroVegas. Sheldon Adelson, el magnate que lidera el proyecto, ha abierto
casinos en Macao y como en Los mares de Wang yo había escrito sobre la
pasión por el juego en aquella ciudad, me incluyeron en el reportaje.
Expliqué
que había visitado el Sand, uno de los nuevos casinos de factura USA, aunque
sin saber si pertenecía a Adelson. Y, por supuesto, el legendario Lisboa regentado por el enigmático aunque omnipresente Stanley Ho. También hablé sobre cómo una confusión me
había llevado a un hotel cercano en busca de una amiga que trabajaba allí como
camarera -o eso me había dicho ella-, y detallé cómo estuve describiéndosela a
uno de los empleados hasta que mi interlocutor interpretó que yo quizás era
demasiado tímido para expresar claramente mis deseos y decidió facilitarme el
terreno. Así, me condujo a una habitación donde los sofás se enfundaban en
terciopelo y la luz era evidente y suavemente roja antes de mostrarme un
catálogo de chicas en posturas de indudable objetivo para que, si no daba con
mi presunta ”amiga”, eligiera la que más me gustara.
El
periodista de Antena 3 preguntó varias veces si pensaba que aquello iba a ser
un buen negocio, si creía que España ingresaría importante beneficios, y mi
respuesta fue que sí. Eso parece más bien seguro: los beneficios económicos.
Como ejemplo puse a los indios de las reservas estadounidenses y los de las
reservas aborígenes australianas, que habían recurrido igualmente al juego para
salir adelante, y sus casinos demostraban que el negocio funcionaba. Por otra
parte, Macao, ex capital de piratas, había amortizado con ingenio sus
conocimientos históricos para seguir ingresando enormes cantidades de dinero de
un modo atípico, moviéndose en los últimos márgenes de la ley. La diferencia
con sus antepasados era que los piratas actuales habían prosperado hasta la
legalidad.
En
cuanto a Las Vegas, estaba en un desierto y, dueña de sus propias normas,
despuntaba como Gran Meca de las Tragaperras Global.
De modo
que entre los grandes complejos mundiales del juego teníamos dos reservas de
aborígenes, una capital pirata venida a más y una ciudad aislada en tierra de
nadie. Y ahora, Barcelona y Madrid se disputaban el derecho a entrar en aquel
exótico equipo. La situación de los compañeros de viaje ayuda a redimensionar
el lugar que nuestros políticos buscan para España en el mundo. Después de
fracasar como camareros planetarios, apuestan por bajarse al escalón de los
exprimidores de ludópatas. Hay que sobrevivir, es su argumento. La pregunta
emerge tan sencilla: y después, ¿qué?
1 comentarios:
Para que podamos comprender muchos aspectos importantes como el de https://www.LoteriaDominicanas.com/loteria/new-york-noche-830 y con todos los trucos y consejos que podemos tener hay que encontrar la forma de ayudarnos entre sí y en el blog tendrán toda la ayuda que requieran.
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